Esta vez no diré que el destino lo dispuso
Tal como sucedió
Porque todo es mi culpa,
Por el paso hacia detrás que doy frente a las cosas
Que llegan a la palma de mi mano,
Porque pude ser ave, y solo fui
Otra vez este Yo cobarde y sucio
El miedo que padece un enajenado
Y los ojos de un ciego
lúcido pero necio al mismo tiempo
Y lo que llega a mis dedos
Se va como se propuso acercarse
Y tras de este fado último
La promesa
De no volver jamás a lamentarme
Por lo que pudo haber, y nunca fue