Monts Jinting, Shi Tao.
Algunas veces quiero ser una pintura china. Un paisaje de montañas y lagos. Quiero tocar el caolín, ser una pincelada del pintor del vacío, o una cumbre en la niebla. Quizás lo que te digo no tiene coherencia. Como tampoco la tienen ambas fotografías. O quizás sí la tengan. Hablamos de pureza. La tinta china habla de pureza. Y yo quiero la pureza, el vértigo de la pureza. Quiero ser porcelana, papel de seda, caligrafía. Ser, por siempre, un perro romántico.