lunes, 22 de junio de 2015

Poema: Música muscular.

Ilustración de Anneli Olander.





Abrir así los ojos, los oídos escuchar
el canto de las aves,
el silencio de trigo el espigar de los insectos
durmientes en el agua.
También
el tacto molusco, el avivar del recoveco del cuerpo
la palpitante música muscular,
el hálito del habla de los suelos
asfaltados.
Olvidamos un día la magnitud, pero ella
nos encuentra todavía

en cualquier parte.