viernes, 22 de julio de 2011

Lisbon revisited.






"Nada me prende a nada.



Quero cinquenta coisas ao mesmo tempo.
Anseio com uma angústia de forne de carne


O que não sei que seja —
Definidamente pelo indefinido...
Durmo irrequieto, e vivo num sonhar irrequieto
De quem dorme irrequieto, metade a sonhar."



"Nada me ata a nada.

Quiero cincuenta cosas al tiempo.

Con la angustia

del ávido de carne anhelo no sé bien qué:

definidamente lo indefinido... Duermo inquieto,

y vivo el soñar inquieto


del que duerme inquieto, soñando a medias."

Álvaro de Campos, Fernando Pessoa, Lisbon Revisited.






Me voy.

La tinta de mis manos.








Curioseando por la blogosfera encontré un colectivo de actualidad poética francesa que os dejo aquí, y que me pareció muy interesante, aunque lo que más ilusión me ha hecho en su web ha sido las instalaciones de poemas en el metro que realizaron en la estación parisina de Saint-Amboise (que también os dejo aquí). La página no tiene posibilidad de leerse en español si no es a través del traductor de Google, pero merece la pena. También merece la pena mirar de vez en cuando las actividades que realiza el colectivo en el extranjero (en las embajadas, en los colectivos culturales franceses fuera de Francia), a ver si hay suerte y a alguno pilla cerca.



Aunque para leer sobre la actualidad de la poesía francesa contemporánea otra página muy buena donde poder encontrar poemas (eso sí, en principio, únicamente en francés) de publicaciones recientes, nuevas ediciones, traducciones inéditas, novedades del mundo editorial, nuevos poetas y algunos escritores de la vieja escuela, está Poezibao, un descubrimiento que también he hecho estos días.



Porque tengo ansiedad. Y quiero saber. Y quiero escribir y no puedo. Como manzanas y quiero decir: soy otra. Y quiero decir: adiós. Quiero que sea viernes y quiero marcharme lejos. Quiero vomitar la tinta, escupir la tinta. Quiero atragantarme o bañarme en tinta negra. Atragantar el alma negra de charcos descoloridos. Manzanas negras. Decir: tengo un billete hacia ninguna parte. Quiero vomitar los grumos oscuros que atropellan mi garganta. Y mis manos manchadas de buscar el fruto de la tinta, el manantial de la tinta.

lunes, 18 de julio de 2011

Gritar el verso.



"Criez bien, sinon les paroles se retourneront et se
déferont en letres mortes"
Paul Valet.

Escribo un diario. Una vez me dijeron que para tener un poco de disciplina, debía empezar a escribir un diario. Escribo sin saber. No tengo disciplina, pero tengo páginas en blanco. Escribo lo que me da la gana, y me da miedo. Escribo lo que no quiero leer. Lo que no quiero decir. Lo que no quiero que exista. A veces escribo lo que leo. A veces copio lo que escribo. Escribo un diario, y grito. Mi diario siempre es un grito, y no sé porqué. No lo hago queriendo. A veces escribo directamente lo que pienso. Como un bombardeo de sinsentidos. Y de pronto algo tiene sentido. Otras veces no. Otras veces nada cambia.



Sin embargo, estoy preparando una presentación para el catálogo de una exposición (ya iré informando), y las palabras se me atropellan, se me confunden, y las ideas bailan en mi cabeza, y todo es más difícil que escribir automáticamente. Ni siquiera escribir automáticamente es fácil.



A veces solamente escribo porque me siento mejor. A veces escribo lo que no grito. Es más. Siempre escribo lo que no grito. A veces logro conseguirlo. Escribo para gritar. Escribo para decir que estoy viva. Preparo un poemario. Y Vicente Aleixandre me desgarra. Y Paul Valet me despierta con un jarro de agua helada en cada verso. No tengo tiempo y quiero gritar, en su lugar mis labios permanecen inmóviles y se arrastran esclavos. Por eso escribo. Escribo para no olvidarme de lo que también existe. Para ser. Escribo para ser, eso es.