sábado, 30 de julio de 2016

Montpellier-París: Así están las cosas.





Sigue la vida corriendo. Este rincón, un poquito abandonado a la hojarasca retoma hoy su jardinería cotidiana. El último rastro que dejé por aquí fue un poema titulado "mudanzas", y desde esta ventana continuamos en ello. Eternidad de las mudanzas, pero buenas noticias. Continuando con cambios de ciudad, camiones, despedidas del sur y vuelta a los lugares por los que ya pasé y que pasaron por mí, finalmente aprobé la oposición y desde el primero de septiembre seré profesora en prácticas de secundaria en París. Pronto también habrá sorpresas literarias (ssshhht...) y desde hace unas semanas mi vida es un no-lugar y un precipicio lejano pero conocido. También el amor viene conmigo, su mano me acompaña. Me pregunto además qué hay después, y cuál va a ser el camino a seguir, el siguiente paso, el siguiente reto. He encontrado una habitación propia en París. Contaré más cuando pueda, porque estas semanas (tras meses de trabajo y estudio) han sido y serán de idas y venidas, de instalación, de burocracia y de gestiones. Los sentimientos se encuentran y se contradicen, pero en general, impaciencia, algo de miedo y sobre todo emoción. Llegan, pues, nuevos proyectos, nuevos lugares y nuevas ideas. Voy a echar de menos Montpe y a mi familia sureña (todos los amigos, hermanos, camaradas, compañeros), pero nos vemos en París, y subiendo y bajando por el mundo.