sábado, 18 de junio de 2011

Distancias cortas.




Juliâo Sarmento










"La seducción, como invención de las estratagemas del cuerpo, continúa siendo la forma encantada de la parte maldita".



Jean Baudrillard.



La obra de Sarmento es inquietante. Es seductora. Él es seductor. Su tema favorito: el deseo. Desear de todas las maneras posibles. Despertar el deseo del espectador. Experimentar su deseo. Experimentar al espectador. Ser una parte crucial de su intimidad por un instante. Intimidarlo. Invitarlo al juego. Invitarlo al cuestionamiento, a un peligro quizás, al devenir, a la aventura, a la ambigüedad. Y él es limpio, y es claro. Porque la tentación es pureza. El deseo siempre fue limpio. Y habla de distancias a través de las distancias cortas, de una ligera capa de espejo que separa y confunde espectador con espectáculo. El objeto y la mirada. Y la seducción siempre fue arte. Las sombras son el deseo de lo que no se ve. El deseo más fuerte de todos. El más puro, el más inquietante, el más íntimo, el más desnudo.

lunes, 13 de junio de 2011

Preguntas de madrugada.






"Yo decía:

algunas veces eres

lo que nunca tendré,

algunas veces eres todo lo que he perdido".



Benjamín Prado.




Este sábado, después de tanto tiempo, recitamos algunos fieles ronroneadores, como la pequeña familia poética que somos, en el Café Libertad. Y a los miembros de la familia que no pueden venir, les queremos igual, y les echaremos de menos. Y tengo mucho calor, y navego por el blog de Neorrabioso como embobada, como si no hubiera mañana. "Dale una máscara y dirá la verdad", dice esta noche su cabeceradeblog-graffiti. Me pregunto si los blogs no son eso. Si los poemas no son eso. Si no son máscaras. Lugares donde la gente no miente. O quizás sí. O quizás la gente se desnuda, se desnuda la máscara, o saca a pasear el plástico del cuerpo. Cosas que me pregunto de madrugada. Quiero como descender la mano y arrancar el barro. Escupir bajo la lluvia. Algo así.