sábado, 10 de enero de 2015

Nota ortográfica: la tilde diacrítica.





Qué es: Se trata de una tilde que sirve para diferenciar palabras que se escriben de la misma forma pero que tienen significados distintos. Su función es, por tanto, diferenciar las palabras que tienen forma idéntica pero que pertenecen a diferentes categorías gramaticales. ¿Cuántas veces, al escribir, nos preguntamos si una palabra tiene o no acento? Incluso cuando estamos casi convencidos, algunos, seguimos dudando... aquí dejo un repaso de todas las normas sobre la tilde diacrítica.

- Con monosílabos:

de
preposición:
Hace pajaritas DE papel.
sustantivo (‘letra’):
Le bordó una DE en el pañuelo.
forma del verbo dar:
DÉ recuerdos a su madre de mi parte.
el
artículo:
EL problema está resuelto.
él
pronombre personal:
ÉL se hace responsable.
mas
conjunción adversativa:
Lo sabía, MAS no dijo nada
más
adverbio:
Tu coche es MÁS rápido que el mío.
Ponme MÁS azúcar en el café.
No quiero MÁS.
conjunción:
Tres MÁS cuatro son siete.
sustantivo (‘signo matemático’):
En esta suma falta el MÁS.
mi
posesivo:
Andrés es MI amigo.
sustantivo (‘nota musical’):
Empieza de nuevo en el MI.
pronombre personal o reflexivo:
A MÍ no me gusta.
Me prometí a MÍ misma no volver a hacerlo.
se
pronombre, con distintos valores:
SE lo compré ayer.
Juan SE mancha mucho.
SE casaron por la iglesia.
SE arrepiente de sus palabras.
El barco SE hundió en pocos minutos.
signo de impersonalidad:
SE duerme bien aquí.
signo de pasiva refleja:
SE venden manzanas.
formas del verbo ser o saber:
SÉ bueno y pórtate bien.
Yo SÉ lo que ha pasado.
si
conjunción, con distintos valores:
SI llueve, te mojarás.
Dime SI lo hiciste.
¡Cómo voy a olvidarlo, SI me lo has repetido veinte veces!
SI será bobo...
¡SI está lloviendo!
sustantivo (‘nota musical’):
Compuso una melodía en SI mayor.
adverbio de afirmación:
SÍ, estoy preparado.
pronombre reflexivo:
Vive encerrado en SÍ mismo.
sustantivo (‘aprobación, asentimiento’):
Tardó varios días en dar el SÍ al proyecto.
te
pronombre personal:
TE agradezco que vengas.
sustantivo (‘letra’):
La TE parece aquí una ele.
sustantivo (‘planta’ o ‘infusión’):
Es dueño de una plantación de TÉ.
¿Te apetece un TÉ?
tu
posesivo:
Dame TU dirección.
pronombre personal:
TÚ ya me entiendes.
o
conjunción disyuntiva:
Fue Carlos O Rafa.
¿Quieres tres o cuatro?
Ven O quédate.
ó
conjunción disyuntiva (con tilde si va
entre dos cifras):
¿Quieres 3 Ó 4?
Fallaron 20 Ó 30 teclas.
Quédate con 5 Ó 6 folios.

- Con demostrativos: 


DEMOSTRATIVOS
Este, ese, aquel
Esta, esa, aquella
Estos, esos, aquellos
Estas, esas, aquellas


Esto, eso, aquello
Determinantes (adjetivos determinativos). Acompañan al sustantivo al que se refieren:
Me dio ESTE libro.
Acércame ESAS zapatillas.
Les enseñaron AQUELLAS hermosas joyas.
*Pronombres (no acompañan al sustantivo al que se refieren):
Me dio ESTE. 
Acércame ESAS.
Les enseñaron AQUELLAS.
Pronombres que son el antecedente de relativos y que van sin coma entre ellos:
Saludamos a AQUELLOS que vinieron. 
Llamé a ESA que tú sabes.
Pronombres neutros. Nunca llevan tilde.
No le digas ESO.
A mí ESTO no me gusta.




DEMOSTRATIVOS
 Éste, ése, Aquél
Ésta, ésa, aquélla
Éstos, ésos, aquéllos
Éstas, ésas, aquéllas




- Interrogativos, exclamativos y otros casos:



Adonde
como
cual - cuales
cuando
cuanto/a/os/as
donde
que
quien - quienes 

Siempre que sean átonas en la cadena oral (excepto cual, que siempre es tónica):
Nadie va ADONDE ha ido María.
Lo hace COMO quiere.
Son tal para CUAL.
Caían CUALES moscas.
CUANDO llegó, vino a saludarme.
Dio CUANTO le pedían.
Lo vi DONDE me dijiste tú.
QUE haga lo QUE quiera.
QUIEN lo compre que lo pague.
Llamó a QUIENES conocía.
 INTERROGATIVOS
Y
EXCLAMATIVOS

Adónde
cómo
cuál - cuáles
cuán, cuándo
cuánto/a/os/as
dónde
qué
quién - quiénes
(En todos los casos son tónicos).


Para más informaciones sobre esto, ver: aquí y aquí

Ah, y algunas de estas informaciones las he sacado de páginas como ésta.

lunes, 5 de enero de 2015

Mujeres: Kiki de Montparnasse, en novela gráfica.




                                                        











Empiezo el año con nuevos propósitos, nuevas lecturas, y nuevas categorías que quiero introducir en mi blog con mayor asiduidad. Desde hace un tiempo me vengo preocupando más intensamente por el papel de las mujeres en el mundo en general y en la cultura en particular, y la poca justicia que, en muchas ocasiones, se las ha hecho y se las continúa haciendo a la hora de contar la Historia y las Historias en mayúscula.

Por eso hoy he querido hablaros de el primer libro que he leído en este 2015. Se trata de la novela gráfica Kiki de Montparnasse, con ilustraciones de Catel Muller y textos de José-Louis Bocquet, traducido por Lucía Bermúdez y publicado por Sins Entido en 2009

Cuenta la historia de Alice Prin, más conocida como Kiki de Montparnasse, modelo, artista, cantante de cabaret, pintora, actriz de cine  y alma del barrio de Montparnasse, y del ambiente de la bohemia parisina de la época de las vanguardias históricas y el periodo de entreguerras. Por desgracia solamente conocemos su condición de musa de los artistas -hombres- que protagonizaron estos movimientos, y que la retrataron en muchas de sus obras. Sus representaciones más famosas las encontramos en las fotografías de quien fue su pareja, Man Ray, pero también en muchas obras de artistas como Foujita, Soutine, Gargallo o Modigliani.  

Kiki es, sobre todo, una superviviente. Llega a París sin nada, y viviendo, trabajando como modelo para diferentes artistas, buscándose la vida, y luchando siempre por hacerse respetar sale adelante y se introduce en los círculos vanguardistas de la capital francesa. Protagoniza además algunas de las películas vanguardistas de la época, como Ballet Mécanique, de Fernand Léger, Entre'acte, de René Clair, o L'Étoile de Mer y Le Retour à la Raison, ambas de Man Ray. 
También se gana la vida haciendo dibujos y retratando al gentío que frecuentaba estos ambientes, pintando cuadros -hizo varias exposiciones importantes- pero sobre todo cantando en los cabarés y las salas más bulliciosas y emergentes de la ciudad,  como La Rotonde, Le Boeuf sur le Toit, Le Jockey o La Coupole. E incluso, llegó a regentar su propio cabaré, llamado, en principio L'Oasis, y más tarde Chez Kiki. 

Pero sobre todo fue una mujer con carácter, independiente, vividora, libre, sexual e intelectualmente, y sin ningún pelo en la lengua, y esta es la Kiki que nos presenta el cómic de Catel & Bocquel. Temas como la maternidad, las drogas, el cuerpo, la liberación sexual o la relación entre musa y creador son algunas de las razones más interesantes por las que este cómic es una recomendación indispensable para todos los públicos, pero sobre todo para quienes adoran esta época de las vanguardias y quisieran saber más desde el punto de vista de las mujeres.