sábado, 16 de julio de 2011

Caminos raros.





" Success is counted sweetest

by those who ne'er succeed.

To comprehend a nectar

requires sorest need".





Emily Dickinson.





Tal vez no tener ganas de nada no sea tan grave. O ganas de otra cosa. A veces pienso en el mar. A veces tengo ganas de hacer lo que siempre quise, de continuar haciendo lo que siempre quise. Total. Nadie asegura nada. El camino siempre es largo. Aunque sea más largo. Nada asegura el futuro. Nada. El vacío del futuro. Mejor ilusionarme con lo que siempre quise hacer. La arena blanca de las cosas. Empezar desde el principio algo nuevo. Mejor relativizar el presente. Sí. Mejor. Ay.

miércoles, 13 de julio de 2011

Sol de medianoche (o la crónica de un día cualquiera).




"Atención al sol que se alza de la oscuridad".

Khalil Gibran, Lágrimas y sonrisas.

08.00 a.m. Encierros sanfermineros. Despertar. Desayuno. Dolor. Espalda. Sueño. Mucho. Ay.

09.30 a.m. Un curso que no importa. Echar de menos desde hace semanas. No saber porqué. No saber qué hacer. Saberlo inútil. Irremediable. No saber parar.

14.00 p.m. Saber que me voy. Antes de tiempo. Antes de lo previsto. Alguien habla, y yo pienso en el azul. Y no escucho. La ciudad que me escupe. La cárcel que me vomita.

16.30 p.m. Este cuerpo no soy yo. No soy yo. Mi ombligo no es mío. Mis piernas no son mías. Me disfrazo. Me obligo. Me transformo. Ansiedad. Asco. Hambre. Asco. Hambre.

17.30 p.m. Niño. Dinero. Excursión por un Madrid con viento y rebequita de rayas. Prisa. Canto a Quique González. Canto a Pablo Milanés. Canto a Paco Ibáñez. Poco tiempo para el tabaco. Para la poesía. Para la soledad. O no.

19.00 p.m. Recuerdo que algunas veces lloro. Como desde el estómago. Habitábamos la nada. El hielo. Pero hoy no lloro. Pero no hoy, no ahora, solo el recuerdo. Busco cualquier razón para dejar de pensarte. Quizás no me importe. Rezo el tango último.

20.00 p.m. Quizás aún no haya nacido. Y esté esperando. Y no recuerde. Y sea de día y esté cansada. Y sea mentira. Respondo a desconocidos. Pienso en vociferar. El viento es el testimonio del canto. De un canto. De mi canto. Quiero atravesar paredes, cortinas, y en su lugar muerdo el vidrio.

23.00 p.m. La noche es mi animal. Mi despertar. Mi insomnio. Mi diversión. El lugar donde todo empieza de nuevo. El juego donde no me pertenezco y no me importa.

lunes, 11 de julio de 2011

El oasis. El desierto.




A veces tengo miedo. Y quiero volver a ser pequeña. O que pase el tiempo. Que pase algo. Pero este limbo insano. Pero esta tierra baldía, este terreno seco. También está el oasis que es agua y es sábado, y domingo, y el salitre en las heridas, los amigos y la sal. Y la imposibilidad. Está la distancia de una mano desconocida, la lejanía y el comienzo, o el final. O la nada. Y está el parque del Retiro un lunes. Y la nausea. Y el deseo. Sí, también está el deseo. Y la necesidad irremediable de la sombra. De una mano en la sombra. La fiebre. La ansiedad. El vómito. La nausea constante en el silencio. Ahogada. El espejo roto. También está lo que no está. Eso que me persigue. No sé.