martes, 7 de octubre de 2014

La otrografía es sexy.

He decidido que voy a empezar una serie de post con viñetas y pequeñas notas ortográficas. Porque la ortografía, se mire por donde se mire, es sexy. 



¿Por qué este apartado? En primer lugar, porque, en general, el ritmo de vida, de trabajo, y de comunicaciones es tan veloz que muchas veces olvidamos hacer caso de las formas, e incluso, no encontramos, quizás, ni siquiera, tiempo para comprobar o corregir nuestros escritos. Pienso que es principalmente por esa razón por la que se cometen tantas faltas de ortografía, además de por la escritura de los teléfonos móviles, o la falta de atención en la lectura. En cualquier caso, pienso que es simpático explicar con sencillez algunas normas ortográficas para que todos (empezando por mí misma) podamos recordarlas más fácilmente.

¿Por qué es sexy la ortografía? Pues vereis, por un sinfín de razones. En primer lugar, porque facilita la comunicación. No es lo mismo leer un mensaje de texto, una carta o un graffiti que tiene demasiadas faltas de ortografía y es, difícilmente comprensible, a leer fluidamente un texto. ¿Por qué? Porque el mensaje, en el segundo de los casos, se comprende al instante, y es la idea lo que importa. En el primer caso, el lector queda confundido por la incorrección formal y eso le hace desentenderse del mensaje, de la idea o de la belleza de la forma. Pongamos el ejemplo de un graffiti: 




























Por suerte o por desgracia, un graffiti con un mensaje tan claro e ideológico como éste, resulta casi paradógico. ¿La defensa de la educación no debería también hacerse a través de las formas, y, en este caso, de la buena escritura? No quiero decir con esto que aquéllos que no hayan podido recibir una educación no puedan escribir, ni mucho menos, sino que si queremos decir algo con impacto, con fuerza, y con una carga ideológica o social como la que tiene habitualmente una pintada en un muro, no podemos caer en el error, puesto que todo el significado desaparece en el acto. Veamos otro ejemplo:


Si utilizamos el lenguaje para exponer una idea, una ideología, o un punto de vista -como es, generalmente, el caso,- de la misma manera que valoramos las formas en las que alguien habla, también deben cuidarse las formas en las que se escribe. Vivimos en una sociedad en la que lo más importante son los conceptos rápidos, el hacer más en menos tiempo. Pero esto no es siempre del todo eficiente. No por el hecho de comunicarnos más rápido vamos a dar más información, y, más importante aún, seguramente toda esa información no vaya a ser retenida. 

Sucede lo mismo que con otras muchas cosas. Como, por ejemplo, cocinar. Del mismo modo que todo el mundo necesita comunicarse, todos necestamos alimentarnos. Pero no es lo mismo comer cualquier cosa, cocinar (o no) de mala manera para, simplemente, cumplir con lo que "hay que hacer", que comer de forma sana, consciente y tomarnos nuestro tiempo para preparar un sencillo plato. 

A donde quiero llegar con todo esto, es a que es, exactamente igual de importante (o quizás incluso más) la forma que el fondo de las cosas. De la forma depende el cómo sea transmitido y recibido un mensaje, sin embargo, el fondo es invariable. Sucede lo mismo que en la política. ¿Acaso no valoramos a un político por su claridad y su capacidad de expresión? Existen varios partidos políticos con similares idearios, pero, en última instancia, generalmente nos decantamos por quien mejor nos convence con sus "formas". 

Por eso es importante la ortografía: para tener legitimidad en todo aquéllo que pensamos y decimos por escrito, y, personalmente, creo que se debe de tomar como una toma de conciencia y de respeto hacia nuestra propia expresión y discurso. Es una especie de "autoestima de nuestra propia voz".

Es, por supuesto, complicado, cultivar, así de pronto, una buena ortografía, igual que una buena alimentación. Requiere tiempo, tal vez algún tipo de inversión económica... pero también existen recursos fáciles y gratuitos. Lo principal es despertar un interés por mejorar. Páginas web como la del Diccionario Prehispánico de Dudas de la RAE pueden ayudarnos, cada vez que tengamos una duda, a no dejarla pasar más tiempo. 

Por todas estas razones, y seguramente muchas más que se me olviden, estoy convencida de que la ortografía es sexy, y me he animado a comenzar este apartado de mi blog, en el que compartiré pequeñas notas sobre fallos comunes o dudas ortográficas que todos tenemos o hemos tenido en el día a día. 

Y vosotros, ¿Qué pensais? ¿Es importante la ortografía? ¿Es sexy?

domingo, 5 de octubre de 2014

Diario: pequeños rincones fértiles.



Hacer listas es acompañar a este tiempo de vuelo de sombreros y tormentas finales. Un cuento empieza con un cambio, y a veces yo soy la protagonista, aunque no quiera escribir mi propio nombre. Escucho y aprendo. El pequeño panel de inspiraciones crece lentamente. Hay un renacimiento en cada despertar, y persigo ese pensamiento cada día. Internamente los paisajes se construyen en defensa propia, los riego algunas veces sin darme cuenta, otras son autóctonos y salvajes. Crecen enigmáticamente. La calma era eso, por lo tanto: confiar en el tiempo, estirar las horas hasta moldearlas a nuestra propia medida. Habitar pequeños espacios y transformarlos en tierras misteriosamente fértiles.