Algunas noches Jon contemplaba la luna. En el silencio de los tejados, y con la llegada del plenilunio, se concedía el placer de inventar que era capaz de alcanzarla.
Aunque algún centinela aseguró haber descubierto alguna madrugada a un joven deambular sonámbulo hacia ella -desde el alero de la última torre,- ese rumor jamás llegó a sus oídos, por miedo a destruír el único modo que Jon había inventado para soñar.
Aunque algún centinela aseguró haber descubierto alguna madrugada a un joven deambular sonámbulo hacia ella -desde el alero de la última torre,- ese rumor jamás llegó a sus oídos, por miedo a destruír el único modo que Jon había inventado para soñar.
Perdona, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un mosquito se ha parado en la pantalla de mi móvil, echaré un vistazo a tu blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]
ResponderEliminarjajajajaj me alegro de que pasaras por aquí!!!
ResponderEliminarun beso!!