miércoles, 28 de julio de 2010

Plenilunio





Algunas noches Jon contemplaba la luna. En el silencio de los tejados, y con la llegada del plenilunio, se concedía el placer de inventar que era capaz de alcanzarla.
Aunque algún centinela aseguró haber descubierto alguna madrugada a un joven deambular sonámbulo hacia ella -desde el alero de la última torre,- ese rumor jamás llegó a sus oídos, por miedo a destruír el único modo que Jon había inventado para soñar.

2 comentarios:

  1. Perdona, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un mosquito se ha parado en la pantalla de mi móvil, echaré un vistazo a tu blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]

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  2. jajajajaj me alegro de que pasaras por aquí!!!

    un beso!!

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