"Nos desconocíamos
en cada encuentro
como dos mimos sin memoria
(...)
inútil y apasionadamente
la ardiente ortografía del ahora
(...)
Encantada, señor
de no haberlo conocido".
Ana Teja de Juana, Con el alma al cuello.
Qué bien que Septiembre esté de vuelta.
Llegar, acercarse y no tocarse. Ni siquiera olerse los párpados. Un beso,
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