Después de las pupilas dilatadas
y el fragmento,
en blanco y negro, de la carne
queda también la pulpa
de la noche, una fotografía
aquella obscenidad
una mano
o un muslo
del que no pertenece
el collâge de tu cuerpo
a contraluz:
existen infinitas
maneras
de deseo.
Incluso una manera cubista de deseo, según esa cuarta estrofa (interpretada por mí, claro), lo que es bastante inquietante teniendo en cuenta ese deber del deseo de ser redondo, curvilíneo. Es la cuadratura del círculo del deseo.
ResponderEliminarAparte de la comedura de tarro, le comunico, obedeciendo las bases, que se le ha concedido un Premio Liebster: http://eldobledeldentista.blogspot.com.es/2012/09/premio-liebster.html.
Besotes, guapa
qué cierto es eso del deseo cubista, María!!!! :)
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