Vivimos en la mentira. Nuestros cuerpos no nos pertenecen. Somos seres sebáceos, siniestros, infectos de vida, ásperos de mortalidad, enfermos de intrascendencia. El vacío es nuestro horror. Al otro lado del cristal de la nada, tañe la campana de la verdad. Algo late lejos de nosotros mismos. No tenemos memoria suficiente.
Amo a Odilon Redon, y su exposición retrospectiva que dura hasta finales de mes en la Fundación Mapfre en Recoletos. ¡Visitadla, es genial! Odilon Redon es un amor extraño.
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