lunes, 31 de enero de 2011

¿Qué desierto?






"Ese naufragio permanente, ese desmayo emocional, la abocaba a convertirse en un ser temeroso que, incapaz de afrontar una realidad que escapaba totalmente a su comprensión, avanzaba por espacios vacíos, por un desierto metafísico".

Enrique Vila-Matas.

¿Desiertos metafísicos? ¿Acaso exíste aún la metafísica? ¿Todavía cree alguien en el desierto?
Busco el desierto. Me gusta pensar en el desierto aunque a veces piense que pierdo el tiempo. A veces me gusta perder el tiempo. Recuerdo algunos versos de Alejandra Pizarnik. Luego pienso que tiempo no es más que una palabra. Y quiero hacer tantas cosas inútiles, irreverentes, que la emoción me da náuseas. Sigo perdiendo el tiempo, y me mareo, y doblo el cuello hasta quedar con el cuerpo destrozado, otras veces decido que gritar es la única defensa contra la desidia del no-desierto, de un día árido o dos, y quiero decirlo todo, y vomitarlo, y ser otra persona, o varias, y quiero desdoblarme y desdecirme. La voz, el sexo, la maleta, la palabra. Se puede gritar de tantas formas. Bienvenidos al espectáculo. Bienvenidos al ahora.

4 comentarios:

  1. como si también nosotros pasáramos por el inexorable embudo del reloj de arena. arena del desierto. así nos trata el tiempo, apalizándonos. terrible espectáculo!

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  2. totalmente. Es un tiempo irreal. Seguramente, el tiempo ni siquiera exista. Un abrazo, Raúl!

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  3. ojalá no exista, eso creo yo también... ¡¡iros al desierto de almería y veréis que preciosidad!!!!

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  4. el desierto de Almería, donde se han grabado un montón de spaguetti westerns, no??!!

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