"Vamos viviendo, contra-muriendo,
salvando del vacío la mínima alegría
que nos es permitida.
Da miedo mirar alrededor.
Dan ganas de encogerse.
No hay más dios que el terror.
No hay más felicidad que algunas aceitunas
comidas a escondidas mientras todo nos acecha,
y ustedes perdonen esta frivolidad.
Los átomos, micro-estrellas,
los físicos sistemas invisibles e implacables
y los otros, celulares, que nos matan en silencio mansamente
a veces nos permiten vivir a nuestro modo.
Y es bonito. Creemos que existimos (...)
en un macrosistema felizmente irreal."
Gabriel Celaya, En la nada.
He encontrado por casa Buenos días, buenas noches de Gabriel Celaya, en una edición prehistórica de Hiperión de 1976. Y qué ilusión. La poesía desnuda. El cuerpo de la poesía. La nitidez pálida, limpia, la paz de la palabra.
Pronto conseguiré el vídeo de la presentación de La Escombrera, nuestro libro colectivo que con tanto cariño hemos estado preparando estos meses. Y ya está entre mis manos. La poesía del entorno, que ha quedado preciosa. Gracias a Agustín (por su dedicatoria de dibujo de editor, que no firma), a Niall y a Ana por hacerlo posible. Y a Marcela, a Héctor, a Julieta, a Eva, a Juan, y a Carlos. Al Colectivo La Latina por cedernos ese espacio tan estupendo. Y a Juan Carlos Mestre por venir, y por darme tanta alegría siempre. Y a Cris, y a Clau, y a Miguel, y a Verónica, y a papá y a mamá (te echo de menos). Y a todos los que no pudieron estar, pero estaban. ¡Gracias!
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